La Garcipollera

Castiello de Jaca es la puerta natural, histórica y geográfica del valle de la Garcipollera, en la confluencia de los ríos Ijuez y Aragón.

Después de un proceso de expropiación para su repoblación forestal, todos los antiguos núcleos del valle quedaron deshabitados y en la actualidad en ruinas, salvo Bescós y Villanovilla.

Pero la Garcipollera invita a infinidad de paseos a través de sus pistas o senderos, que podemos realizar a pie, en bicicleta de montaña o a caballo.  Podremos contemplar viejos bosques de robles y pinos conviviendo con los repoblados, el espectáculo de los ciervos pastando ante nosotros, los famosos jabalíes de Acín y multitud de especies que conviven en un ambiente natural.

Tal y como publica la Comarca de la Jacetania en su web turística, la carretera asfaltada conduce hasta las ruinas de Bescós, donde el Gobierno de Aragón tiene una granja experimental en plena actividad. Luego el camino sigue a través de una pista en buen estado que permite atravesarla tanto a pie como en coche o bicicleta. En Villanovilla se acaba el mejor tramo; este es un pueblo rehabilitado con extremo respeto.

Y al final del valle nos encontraremos con Santa María de Iguácel, antiguo monasterio que conserva la Iglesia románica del siglo XI brillantemente restaurada.