Situada en la ruta que lleva a los valles de Borau y Aísa, cuenta con un tramo de Camino de Santiago, que corre a sus pies, paralelo a la carretera, y conserva, rehabilitado, el antiguo molino harinero, próximo al río Aragón.
Su iglesia parroquial de San Juan Bautista, originariamente románica, destaca por su lápida conmemorativa del año 939.
La cabecera, único resto del edificio original románico, está realizada en sillarejo regular de pequeño tamaño, mientras que las dependencias que son fruto de una reforma y ampliación posterior, como la nave, la sacristía y la torre, están realizadas en mampostería. Está cubierta con losas, con aleros sostenidos por sobrios canetes de piedra de escaso vuelo.
HISTORIA
Desde su anexión, hacia 1845, conforma la parte septentrional del actual término municipal de Castiello de Jaca. Tenía cinco vecinos (casas) en 1495, que ya ascendían a 11 en 1845 y a 17 en 1857, con 109 habitantes.
La población alcanzó su máximo histórico a principios del s. XX, cuando el censo de 1910 registra 114 habitantes de hecho y 117 de derecho. A partir de entonces, comienza un lento declive demográfico que lleva a los 73 habitantes en 1970 y los 42 que se registran a comienzos del siglo XXI.
Bibliografía: